Aunque la época vikinga terminó hace siglos, las Islas Shetland están impregnadas de su historia, mientras que la cultura nórdica sigue latente en la identidad de sus habitantes.
Las islas Shetland, también conocidas como Zetland, son las más septentrionales del Reino Unido, ya que se encuentran a 210 Km al norte de Escocia. Estas islas remotas situadas a la deriva entre el océano Atlántico y el mar del Norte han estado habitadas desde la edad del hierro, como evidencian los restos de muchos de los brochs que construyeron los Pictos. Estas fortificaciones circulares de piedra en forma de torre se encuentran por todas las islas, especialmente en Mainland. Como es el caso de las ruinas del broch de Culswick, situado al oeste de la isla, a escasos metros del océano Atlántico. No obstante, el broch de Mousa es el mejor conservado de todo el mundo y se encuentra al otro extremo de las Shetlands, en la isla de Mousa.

Los Pictos, sin embargo, no han sido el único pueblo que ha dejado marcado su paso en estas islas; los Vikingos llegaron desde el mar del Norte a las islas Shetland alrededor del siglo IX d.C. Sus prósperas expediciones hacia las islas Faroe e Islandia convertirían a las islas Shetland en un punto estratégico, dado que al estar localizada a medio camino entre la península escandinava e Islandia, las islas les servirían como puerto mercantil entre sus distintos dominios.

Aunque es bien sabido que durante los años oscuros los Nórdicos fueron conocidos en toda Europa por su ferocidad y sus ansias de batalla, algunos arqueólogos de las Shetland opinan que la conquista de las islas no se realizó mediante saqueos implacables de las aldeas pictas. Según los hallazgos encontrados en varios yacimientos arqueológicos al sur de Mainalnd, algunos estudiosos barajan la posibilidad de que Vikingos y Pictos intentaran convivir los unos con los otros aprovechando sus respectivas habilidades. Por ejemplo, en Old Scatness, un antiguo asentamiento picto, se han encontrado varios utensilios propios del pueblo escandinavo. Y aún más al sur, en Jarlshof, uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares y mejor conservados de Reino Unido, se han descubierto longhouses (típica casa vikinga) junto a un broch picto. Por otro lado, otros expertos sostienen que los Vikingos arrasaron las islas hasta terminar con la libertad de los Pictos, ocuparon los brochs como construcción defensiva y establecieron sus casas junto a ellos.

Convivieran en harmonía o no, con el tiempo, la cultura escandinava se fue imponiendo sobre la de los Pictos, sustituyendo las casas circulares por largas construcciones rectangulares y reemplazando las creencias celtas por la mitología nórdica.
Aun así, a partir del siglo X, empezaron a llegar misioneros procedentes de Irlanda que acabaron por convertir al pueblo vikingo al cristianismo. Fue entonces cuando construyeron las capillas de Sant Olaf, en la isla de Unst, y la de St Ninian, en la isla del mismo nombre, la cual está unida a Mainland por un tómbolo. Ambas capillas datan del siglo XII y aunque de la última solo queda la base que marca su perímetro, la Capilla de Sant Olaf, excepto por del techo, aún se mantiene derecha.

A pesar del interés de Alexander III de Escocia por expandir su reino, los escoceses nunca consiguieron arrancar las islas de las manos del rey de Noruega mediante la guerra. Mientras que la Batalla de Largs de 1263 acabó siendo favorable para los escoceses, el gobierno vikingo dominó sobre las Shetland durante 200 años más. Las islas pasaron a ser tierras escocesas como resultado del matrimonio entre James III de Escocia y Margaret, una princesa danesa, en 1471. Dada la debilidad de Noruega y Dinamarca, causada por la Peste Negra, el rey tuvo que ofrecer las islas de Orkney y Shetland como dote para casar a su hija.
Sin embargo, la cultura nórdica prevaleció durante siglos. Se siguió hablando en Norn, la lengua que trajeron los vikingos desde la Noruega Occidental. De hecho, el dialecto que se habla actualmente en las islas Shetland contiene muchos vocablos procedentes del Nórdico Antiguo. Además, el nombre de muchos de los pueblos o parajes naturales tiene su origen en palabras escandinavas. Sin ir más lejos, la capital de las islas, Lerwick, significa “bahía lodosa” en Norn. Por añadidura, los nombres de muchas de las calles hacen referencia a figuras escandinavas, como los reyes Erik y Harald.

En cuanto al modo de vida, no varió excesivamente. Las pequeñas granjas que se establecieron durante la estadía vikinga siguieron funcionando como principal actividad económica de las islas. Hoy en día, aún se reconocen algunos restos junto a la playa de Sandwick y varias longhouses cerca de la capilla de Sant Olaf, a la falda de una colina coronada por un broch. No obstante, la llegada de los vikingos convirtió la pesca en otra de las actividades económicas más importantes. Durante el periodo nórdico se construyeron muchos puertos en las Shetland. Uno de los más importantes se localizaba en Fethaland, al norte de Mainland. Este puerto, no fue solamente el más bullicioso de las islas, sino que estuvo operativo hasta el siglo XIX. Actualmente aún se pueden visitar algunas de las cabañas rectangulares construidas siglos después de la era vikinga donde se alojaban los pescadores durante la temporada de pesca.

Entre los aspectos culturales que importaron los vikingos, no solo sobrevivieron la pesca y la lengua. El motivo por el que la mayoría de las viviendas tienen forma rectangular se debe a la influencia escandinava, cuyo estilo se mantiene en la actualidad. Si fuera por los Pictos, quien sabe si los setelandeses seguirían viviendo en casas circulares?
Por otro lado, la tradición textil lanar también la trajeron los vikingos y hoy en día los productos hechos con lana de las Shetland poseen un prestigio del que los habitantes de las islas se sienten orgullosos.

Actualmente, entre las actividades económicas principales se siguen encontrando las mismas; la ganadería, especialmente de ovino y en menor grado de bovino, y la pesca, tanto de alta mar como la pesca costera. De hecho el 90% de la pesca que se vende en el Reino Unido pasa por las Shetland.
Asimismo, el turismo es otra actividad económica que está creciendo en las islas. La conservación del legado vikingo en las islas Shetland como elemento culturalmente identitario para los Shetlanders funciona muy bien como atractivo turístico para extranjeros. En la isla de Unst, por ejemplo, se construyó una reconstrucción del barco nórdico Skidbladner y una longhouse vikinga que pueden ser visitados en cualquier época del año.

Sin embargo, el elemento de herencia vikinga más llamativo que se da en las Shetlands es la fiesta del Up Helly Aa. El último martes de enero más de cincuenta hombres disfrazados de vikingos desfilan por las calles de Lerwick parando en edificios significativos para cantar canciones ceremoniosamente. No obstante, el momento más importante de la celebración se da al caer la noche, cuando centenares de antorchas se encienden y marchan hasta culminar con la quema del drakkar, un barco de estilo vikingo.

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